Aunque el Gobierno tildó el hallazgo de “genocidio”, la comunidad indígena exige una disculpa oficial por parte del Vaticano.
Una ola de quema de iglesias se ha desatado en Canadá después de que en los dos últimos meses se hayan encontrado miles de cadáveres de niños indígenas en distintos internados católicos repartidos por el país. Tanto es así, que en la Columbia británica ya se ha puesto vigilancia con el fin de proteger a los templos.
Aunque la autoría de estos incendios no ha sido identificada, lo cierto es que todo apunta a que se trata de una represalia a los espeluznantes hallazgos en centros cristianos. Concretamente, se trata de tres fosas descubiertas entre mayo y junio. En la primera aparecieron 215 tumbas de niños indígenas, a la semana siguiente se encontraría otra con 751 cadáveres y hace unos días se repetía la historia localizando otros 182 restos mortales.
Unos horrorosos sucesos que viene acompañados de los testimonios de varios supervivientes que afirman haber sido maltratados en estos internados. “Nos cortaban nuestros largos cabellos y nos rociaban con insecticida”, aseguran sobre unas prácticas que habrían afectado durante el siglo XX a más de 150.000 menores, donde eran apartados de sus familias, se les cambiaban los nombres y se les prohibía conservar su idioma natal.

Ni eso, ni las torturas y golpes que denuncian sería lo peor, pues según las estimaciones hasta 4.000 niños indígenas podrían haber sido asesinados durante ese tiempo. Unas atrocidades que, tras el hallazgo de los cuerpos, han llevado al primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, a condenarlo y a pedir disculpas, asegurando que se trataba de lo más parecido a un genocidio.
Hundreds of graves were found at another forced assimilation school for Indigenous children in Canada — weeks after remains of 215 children were found.
— AJ+ (@ajplus) June 24, 2021
150,000 children were held in the mostly Catholic-run schools, thousands dying from abuse.
The church has never apologized. pic.twitter.com/8sHh4xQ5yq
Por su parte, la comunidad indígena, que ha venido siendo víctima de la discriminación racial durante generaciones, ha exigido una disculpa oficial por parte del Vaticano, considerando insuficientes las palabras del Papa en las que tildaba los hallazgos de los cadáveres de “inquietantes”.
Miles de personas marcharon en Canadá para recordar a las víctimas de las escuelas residenciales indígenas
Las celebraciones tradicionales del Día de Canadá fueron silenciadas o canceladas en muchas comunidades, para ser reemplazadas por marchas que exaltan a los cientos de niños nativos que murieron en cerca de 139 de estos centros educativos.
Miles de canadienses dejaron a un lado los tradicionales colores rojo y blanco en la celebración del Día de Canadá, el pasado 1 de julio, para ponerse camisas naranja en una muestra de luto por los niños indígenas víctimas en las escuelas residenciales.
Se estima que 10.000 personas se reunieron en London, en Ontario, mientras se llevaron a cabo marchas en Montreal, Thunder Bay y otras ciudades.
Pero la mayor concurrencia de personas se registró en Parliament Hill (sede del Parlamento de Canadá), en Otawa, la capital de la nación. Allí, las personas que vestían camisas naranjas gritaban “¡Qué vergüenza para Canadá!” y “¡Sin orgullo por el genocidio!”.

En total, se establecieron 139 escuelas residenciales indígenas en todo el país, de las cuales la última cerró en 1996. Se estima que unos 150.000 niños nativos fueron separados de sus padres y obligados a asistir a las escuelas. El objetivo era inculcar la cultura blanca en los denominados “salvajes”.
Según varias investigaciones, varios niños fueron víctimas de distintos tipos de abusos y varios de ellos murieron bajos extrañas circunstancias para luego ser enterrados en tumbas sin nombre. Hasta el momento se han descubierto 1.148 tumbas en tres de las antiguas escuelas en las últimas cinco semanas.
Las celebraciones tradicionales del Día de Canadá fueron silenciadas o canceladas en muchas comunidades. Trudeau dijo en un comunicado, obtenido por la Agencia Anadolu, que para algunos el 1 de julio “aún no es un día de celebración”.
“El terrible hallazgo de los restos de cientos de niños en los sitios de las antiguas escuelas residenciales en Columbia Británica y Saskatchewan nos ha presionado con razón para reflexionar sobre los fracasos históricos de nuestro país y las injusticias que aún existen para los pueblos indígenas y muchos otros en Canadá. Nosotros, como canadienses, debemos ser honestos con nosotros mismos sobre nuestro pasado“, manifestó el primer ministro canadiense.
Trudeau se reunió el jueves con Phyllis Webstad, una sobreviviente de la Escuela de la Misión de San Eugenio en Columbia Británica, donde se descubrieron 182 tumbas sin nombre esta semana.
Webstad es la fundadora de la organización Orange Shirt Society. Además, fundó el movimiento Orange Shirt y recorre el país contando su historia de terror cuando era una niña en la escuela.